El de cultura no es un concepto unívoco: hay quien lo asocia con el arte, la literatura o el pensamiento, o quien lo vincula más con rasgos del carácter y la orientación de un colectivo, así como quienes sostienen una visión más amplia que abarcaría cuestiones tan dispares como la ciencia y la tecnología, el deporte, la religión, el folklore o las tendencias políticas. Sea como fuere, podríamos llegar a consensuar que en la medida en que los seres humanos vivimos y nos desarrollamos de manera relacional y en esas interacciones generamos elementos que podríamos considerar constitutivos de la cultura, somos seres culturales. Es decir, la cultura – sea en sentido más o menos restrictivo – es una dimensión esencial de nuestra humanidad. Precisamente por eso resulta más indispensable que nunca abordar el impacto que la crisis de la Covid-19 tendrá sobre la cultura.
Lo es en, al menos, dos sentidos. En primer lugar, porque como otras tantas instancias sociales, se ha visto afectada por las medidas que se han debido adoptar para contener la pandemia: ya sea en sentido negativo (en la medida en que se ha visto particularmente afectada por un confinamiento y distancia social que todo indica que seguirán condicionándolo) como en sentido positivo (en tanto que ha generado nuevos ámbitos y formas de expresión que han permitido dar cauce a la cultura a pesar de las circunstancias). En segundo lugar, el impacto del Covid-19 en la cultura tiene una dimensión recíproca donde la cultura adquiere un carácter más activo además del citado carácter pasivo. No en vano, las culturas han condicionado de manera relevante la reacción de las diversas sociedades ante la crisis tanto en lo relativo a su gestión más inmediata como con relación a la reflexión y toma de decisiones sobre las estrategias para el día después.
Todo ello hace más indispensable que nunca reflexionar sobre el efecto que tendrá la Covid-19 sobre cuestiones tales como el rol de las instituciones públicas y privadas en la creación y gestión culturales, la sostenibilidad de los sistemas de creación y gestión cultural, el rol que juega la ciudadanía en el desarrollo cultural, la vinculación entre cultura y modelo económico, los distintos contextos y papeles de las culturas, la función de las culturas como engranajes de transformación social, la interacción de las diversas áreas culturales con otros campos del conocimiento, el impacto de las culturas en nuestras sociedades o la incidencia que la globalización tiene sobre el progreso de las diversas ramas de aquello que denominamos cultura. En tiempos de supuesta “nueva normalidad”, no podemos obviar tampoco el papel de la cultura y sus instituciones como reproductoras de una cierta noción de normalidad.
Para abordar todas estas y otras muchas cuestiones, además de los y las participantes virtuales, la séptima sesión de la iniciativa “Eta orain, zer” organizada por Kutxa Fundazioa en colaboración con Globernance, contará con Santi Eraso, Gestor Cultural con experiencia de dirección en Arteleku, DSS2016EU, Madrid Destino; Claude Bussac, Directora General Arte y Festivales en La Fábrica y Asier Mendizabal, artista; todo ello moderado por Edurne Ormazabal, Directora General de Tabakalera. En definitiva, un elenco de ponentes que, con sus trayectorias y experiencia profesionales de éxito, nos permitirán identificar las claves de una herramienta más indispensable si cabe en tiempos de crisis como es la cultura ¡Os esperamos el próximo miércoles para hablar de todo ello!